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Botánica
ORGANOGRAFÍA
El tallo - 2ª parte
Estructura
structuralmente, el tallo forma los tejidos de su estructura primaria por diferenciación a partir de los meristemos primarios.
Si observamos al microscopio un corte transversal realizado por debajo de la yema terminal, se distinguen de fuera adentro una capa única de células epidermicas, seguida de la corteza o zona subepidérmica o endodérmica formada por varias capas celulares; el cilindro vascular central formado por floema y xilema; y la médula, de mayor diámetro que en los tallos leñosos; ésta cuando existe, ocupa el centro del tallo. La médula está formada por grandes células parenquimáticas, en ocasiones lignificadas. Puede llegar a ocupar la totalidad del tallo, como ocurre en el tubérculo de la patata o en el saúco.
A nivel de la zona subepidérmica y en posición periférica, suelen presentarse capas o cordones de colénquima, que aseguran la resistencia y elasticidad del órgano. Tanto las células más exteriores de colénquima, como las del parénquima de la corteza, pueden tener cloroplastos y por tanto realizar fotosíntesis; en este caso se designa al conjunto de estas células como clorénquima. También pueden encontrarse en la corteza (parénquima cortical) sobre todo en monocotiledóneas, fibras esclerenquimatosas (células muertas o esclerénquima) y esclereidas.
Células de clorénquima. Se trata de tejido que
contiene cloroplastos, y por tanto capaz de
realizar fotosíntesis
Profundizando en las células del tallo
El parénquima
El parénquima es el tejido vegetal fundamental. Es el que forma la mayor parte de la masa del cuerpo de las plantas. Está integrado por células poco diferenciadas, de tamaño más o menos grande, con las paredes poco engrosadas, no lignificadas. En el parénquima se realiza lo esencial de la función de nutrición.
Las células de parénquima constituyen la mayor parte del tejido de las plantas
Existen diversos tipos de parénquima según la función específica que deban llevar a cabo:
Acuífero: que almacena agua; abunda en las plantas que viven en lugares secos; puede incluirse entre los de reserva.
Aerífero: encargado de facilitar la circulación del aire; para ello sus células dejan entre sí grandes espacios intercelulares (meatos).
Clorofílico: encargado de la asimilación; sus células contienen cloroplastos y se encuentran en las partes verdes de las plantas
De reserva o almacenamiento: situado principalmente en los órganos de reserva (raíces, tubérculos); sus células son incoloras; almacenan almidones
(parénquima amilífero, en amiloplastos), grasas y aceites (parénquima
oleífero, en oleoplastos), pigmentos (como los carotenos de la zanahoria),
proteínas, azúcares, féculas, etc.
Parte de este parénquima (la parénquima medular) forma los radios medulares, en la zona del leño, y actúa como conductor de sustancias alimenticias, por lo que se le llama
parénquima conductor.
Células de parénquima de reserva, en este caso
de aceites que se almacenan en oleoplastos